miércoles, octubre 20, 2004

Valparaíso

Caminar por las veredas de Valparaíso es un deambular por verdaderas crónicas urbanas, en cada rincón hay personajes llenos de historia, desde el tipo que camina y murmulla en la Plaza O'Higgins hasta la viejita de la Plaza Victoria, pasando por los lustra botas y los dueños de los kioskos de diarios, que son los testigos privilegiados de cuanta cosa sucede en las calles, pero hoy día uno se encuentra con situaciones que rayan en el caos, el comercio ambulante, los rayados de las paredes, la suciedad de las calles, el constante bullicio del tráfico y lo que no es menos esa sensación de inseguridad constante de la gente al caminar. La violencia del miedo es algo que supera el entorno del día a día en la ciudad puerto, basta con mirar las mujeres con sus carteras cruzadas y las manos apretadas para ver ese miedo al robo, ninguna ciudad se puede permitir sentir miedo como se palpa en las tardes en el alrededor del edificio del Congreso Nacional, o en los alrededores del Mercado, lo que si es cierto es que apesar de todo existe el encanto de poseer una arquitectura y una magia que embruja a cualquiera, pero esto se debe compensar con tener la certeza de caminar y ver tranquila la historia viva de esta ciudad. Valparaíso se merece un respeto distinto, como el orgullo de aquellos que han nacido en ella.
El aire puro del mar es un aliciente a las vistas y al entorno.
Valparaíso

viernes, octubre 08, 2004

Soluciones

Creer que podemos solucionar las cosas de un golpe y porrazo es una mentira del porte de la Torre Entel, más aún creer que podemos tener las respuestas para todo es otra gran equivocación, las cosas se ven oscuras cuando el alma esta golpeada, como me dijo un amigo, dejar que la incertidumbre camine como una dama negra por el otro lado de la calle, es la mejor forma de sentar la vida, creo que no puedo dejar de ser justo, hay gente que se ha portado al nivel de lo esperado, siempre uno cree que esta sólo, pero ese es un error también; hoy que siento la mente pesada (producto de las pastillas) puedo ver con detención quiénes están cerca, son más de lo que pense, y eso me ayuda a sentir que debo salir, si ellos creen en mi ¿por qué yo no puedo hacer lo mismo?.
El viento sopla fuerte en Valparaíso, que ganas de echar las culpas y penas como una cometa sin hilo a tierra, y que se las lleve a la deriva hacia el oceáno pacífico.
Viento salado.

martes, octubre 05, 2004

Líneas de vida

Sentirse con los pies en el aire es la forma más sincera de como puedo describir mi estado, no es una acción menor decir que me faltan fuerzas y ganas para poder dar la lucha, aún más no se si deseo dar esa lucha y si es la opción la recuperación de mi vida anterior, esa que se se vió formalizada, precisa y casi perfecta, si no hubiese sido por un pequeño detalle, el desgaste del cariño o mejor dicho el reconocer que siempre existieron diferencias abismales entres dos formas de pensar, que no estuve a la altura es un hecho concreto, pues se en una forma racional que todo puede ser analizado y luego desarrollado, pero la vida es más que neuronas, es más que vino blanco helado; hoy desearía decir que se que puedo salir, pero prefiero ser sincero conmigo mismo, tengo que hacerlo con paciencia; ya vendrá el momento en que me diga que veo en la mirada oriental, y ese día las cartas serán jugadas con el respeto y la admiración, pues opciones pueden haber muchas, líneas de vida pocas.
Respirar no siempre es mecanico