martes, febrero 28, 2006

Play-as

Y ante el pórtico de nubes
se detuvo el aliento, por
entre los granos de agua
fui pisando los graznidos
de aquellas tardes.

Hoy a la distancia el mar
se alivia con más sal,
y lo ojos se retuercen
ante las cebras celestes.

El acantilado de silabas
Construyo el refugio, y
las manos blancas forzaron
en el alma el más profundo
bronceado.