lunes, noviembre 29, 2004

¿Reír?

Que hacemos cuando alguien nos pide no dejar de sonreír, generalmente escuchamos y luego pensamos en la justa realidad de esa decisión; pero sin duda ese hecho concreto no es transmitible por nada ni nadie, es decir, a mi nadie puede obligarme a reír, mucho menos en estos días; nadie podría comprender el sólo gesto que significa tener el alma estrujada con las decisiones de los demás. Hoy es de esos días en donde nada puede hacer que el estado de animo se cambie, ¿pero como podría ser de otra forma? la respuesta no esta en mi cabeza, ni mucho menos en las decisiones de las demás personas, lo que si es claro es que desde hace unas horas e comprendido que nada es gratis, y si yo en algún momento fuí egoísta y pense en mí, el resto también lo puede ser, y si yo creí estar siendo justo eso no obliga al resto a serlo; los errores se pagan con la calma de la lucidez, es por eso y más que me sentenció a esconder las risas del alma, por qué ni siquiera con su representación sincera y desinteresada se logro tener el éxito, ni mucho menos se pudo dar la felicidad (esa que se pedía desde las almas del frente); las manos no sudarán con el crujir del cuerpo, ni ellas ni los ojos, basta de seguir soñando; a despertar Alejo, que en brumas nada haz conseguido.
Valpo, con más luz de la esperada, 29 de noviembre.