miércoles, enero 12, 2005

La Sra. Prudencia

Hoy en la mañana al pasar por el Rodoviario de Valparaíso, me tope con una vieja amiga, la Sra. Prudencia (esta Sra. siempre ha sido una buena amiga, cautelosa, respetuosa, pero por sobre todo sincera y directa), ahí estaba Ella, con todo sus barculos lista para embarcarse en un bus con destino a Cañate, su tierra, converse con Ella un rato , y luego al ver la hora segui camino a la oficina. Ahora pienso que alivio que la Sra. Prudencia se vaya de viaje, se por lo conversado que no volverá hasta mediados de marzo, eso me da tiempo suficiente para gozar los privilegios de la libertad, claro esta que nunca al extremo del abuso, pero si al nivel de entender que la piel es un camino que no niega nada, y ¿por qué no? me digo y me repitó "vive", "vive", y eso no lo dejaré escapar, por qué sin duda me da aire fresco.
Las manos que se deslizan entre pliegues de risas, no es más que una confirmación de lo que se siente; nada es invención, todo huele a verdad pura, esa que no deja ninguna pregunta sin hacerse, pero mejor que eso, que no deja respuestas sin sonar.
(Bueno adios Sra. Prudencia, que su viaje sea extremadamente placentero, yo acá intentaré manejar los tiempos del alma.)
Valpo, un 12 de enero