jueves, enero 13, 2005

Cañete

Por fin llegó el bus a Cañete, la ciudad sigue casi igual, sólo han crecido algunos árboles de la plaza central, lo demas es como si el tiempo se hubiese detenido; aún existen los letreros que ofrecen "menestras" y aquellos que se denominan "emporios", pero la Sra. Prudencia reconoce en los rostros sus historias de infancia, por allá por los años 40 Ella era una más de las pandillas que se acercaban al negocio de don Eladio para sacarle caramelos del mostrador, pero de eso ya han pasado más de 60 años; hoy Ella se dedica al comercio en Valparaíso, puerto que la acogió y la vió crecer rápidamente. Ya hemos dicho que la característica de esta señora es el tino y el acierto con que ha tratado su vida, pero eso lo ha hecho extensivo a todos aquellos que alguna vez nos hemos topado con sus palabras; de ahí que hoy recuerde con mayor sentido cada consejo que por sus labios ha salido; hoy debo ser sincero y reconocer que su dogma es la mejor herramienta para llegar a los sentidos académicos, y asi hacer parte de mis ideas las sonrisas que resuenan en mis oídos (esas recogidas en almuerzos y tardes de un verano conocido). Bueno la Sra. Prudencia ya está instalada en su ciudad, y de corazón espero que este bien, si su estadía es provisoria estará por verse, pero lo que si es cierto es que sus sabias palabras no son un chiflido de aire en mis oídos, por el contrario son un muestra del como actuar; paso a paso me repetía Ella siempre, eso será hoy, mañana y pasado; "paso a paso".
Valpo. un 13.