viernes, abril 08, 2005

Ante una risa

Correr tras las huellas de risas
nos hace trastabillar , entre cerrojos
y candados oxidados están
las manos que calmaron en su
momento un alma humedecida,
hoy quedan pasos en polvo seco,
hoy esperamos que la voz salga,
es seguro que el viento borrará
el suelo de tus pies, pero algo
si es preciso decir, el sentir no
se desgasta con frases galantes,
sólo corroe las grietas de la piel,
el desamor y la ceguera.

No caigas en la ceguera
de antes, por qué yo ya estoy
abajo, la voz se tranquiliza
con el candor de mil recuerdos,
no dejes de mirar, por qué
ahí nace tu fuerza, ve, mira,
observa y goza el encanto
de sentir esa vida que fue ajena.

Tras humos y nieblas, tras huesos
y quebradas siempre estuvo la
oportunidad de seguir mirando,
el destello fuerte de soles de abril
no pudo nunca cegar tu mirada
oriental, como si siempre rieras
la mueca se clavo entre tus pieles,
hoy no dejes de reír, hoy no dejes
de pedir.

Valparaíso, 7 de abril de 2005.