lunes, enero 31, 2005

Verano

El verano es un asunto serio, nadie nos enseña, pero es obvio que es tiempo de descanso, claro está que no siempre ese axioma se cumple, estos días pasados me queda la sensación de un permanente movimiento, ya casi no se si es justo bajar la maleta del auto, y mejor que eso estoy apostando a en qué lugar dormiré, se que suena casi como la fiesta sin fin, pero de verdad llevar esto en el cuerpo no es fácil. Ayer el sueño me venció, di una digna lucha pero debo reconocer que lo necesitaba, ni siquiera los juegos de mis hijos dieron una tregua al cansancio acumulado, por eso me pregunté quién dijo que el verano es sinónimo de descanso, y ahí comenzaron los recuerdos, esas interminables caminatas por la playa en Viña del Mar, o esos paseos por los parques de Santiago, o mejor aún esos viajes al sur con mi papá, pero de todo eso no me queda más que movimiento, y eso si de esa forma, hoy ya grande comprendo el peso de sentir que ojos pequeños te vean y sientan que la diversión esta muriendo, por lo mismo las fuerzas se ven seriamente dañadas, y no queda más que seguir caminado, el taca-taca esta ha cuatro cuadras, luego el super (que es un mercado chico de playa) a tres más y asi suma y sigue, y por último, el Ale esta cansado, y ahi vamos de vuelta con él en brazos (17 kilos no es poco) y ya la cuesta pequeña antes de la cabaña se hace como un monte precordillerano, pero todo sea por las risas y el brillo de los ojos infantiles.
Ya el verano esta arriba, lo que es evidente que mis fuerzas se están borrando; hoy comienza la semana y sigue el movimiento; para que hablar del alma, ese tema esta truculentamente enredado; las respuestas no están ni el presente ni en el pasado...
(a propósito de este verano)