jueves, septiembre 02, 2004

Él y ella

Él creía que nunca le podría pasar, pero paso; él penso que las cosas serían siempre sencillas, pero se complicaron, o mejor dicho se pusieron en una línea de acercamiento, como dos astros en pro de un solsticio; esta última noche ellos se dijeron mucho más de lo que nunca se podrían haber dicho, el fluir de palabras se acompaño de un constante movimiento de sensaciones, las almas chocaron como asteroides, en pleno vuelo, sin gravedad es común que la masa se deje llevar, de esa manera se sintieron ellos, de esa manera se siente la piel; hoy al despertar él comprendió que aunque le lleve mil años debe sembrar felicidad, el huerto esta elegido, las semillas (voces y palabras) están circulando entre sus memorias, sólo falta un poco de húmedad, esa que proviene del conjuro de sus ojos, no las lagrimas, sino las sonrisas orientales que se transforman en vitalidad; con esa formula es posible decir que si es "justo y necesario", el cariño, el aprecio, pero por sobre esto el reconocimiento cadencioso de él por ella.