martes, junio 14, 2005

Astolfo

Es asombroso, lo que buenas conversaciones le pueden producir a los oídos ávidos de historias, siempre me ha llamado la atención la capacidad de retrucar los escenarios, como hábiles magos, las imágenes puestas en voces especiales se van pasando, van desapareciendo y luego son llevadas de nuevo al escenario, y ahí se tornan del color que sólo las palabras suaves pueden asimilar, todo se llena, cada segundo es una nueva historia mundial, cada minuto es un viaje de ida y vuelta a la Luna, como un eterno peregrino, como un Astolfo, redescubriendo las mentes, y haciendo que todo sea sorpresa. Sigo ahí sentado al borde de la mesa, y mis nuevos escenarios no sólo poseen brillos desconocidos sino que traen el juego de la creación, ya no es de historias ni personajes, sino de personas y vidas...ahí sigo... viéndome como descansan los ojos y se llenan los oídos.

La tarde del 14 de junio