lunes, julio 04, 2005

Servilletas

No puedo recordar en cuantas ocasiones me he visto relatándome historias, más bien no puedo descifrar en que momento comencé a creer que me era más fácil inventar historias y personajes, y de esa manera alejarme de la gente real, bueno para ser exacto no es alejarme sino crear en ellas cualidades que no me eran dadas. De alguna forma el ir y venir por distintos lugares me ha dado un colchón de nombres y rostros, muchos de ellos han quedado plasmados en breves vistazos de vida, pero por qué hoy pienso en esto, por qué recordé cuantas de esas miradas han quedado en hojas de papel, y siendo objetivo cuantas de ellas han quedado en alguna servilleta de bar o restaurante, y ahí se me hace fácil el mencionar sitios y recuadros de papel blanco ( o no tan blancos), el “Galindo”, el “777”, el “Welcome”, “Los Cisnes”, "Las Lanzas", “El Parrón”, “El Café Torres”, “El Tavelli del Teatro Municipal”, el “O”, “El Liguria de Manuel Montt”, “Las Vacas Gordas” y un sin fin de nombres que no soy capaz de recordar hoy. Pero que saco de esos sitios, la capacidad de la servilleta de aguantar mundos e ideas (mucho más que la absorción para la que se destinaron), y por ende de generar miles de ilusiones, muchas de ellas cumplidas y otras perdidas por alguna cobardía literaria. En fin esos sitios me hacen pensar en gratos recuerdos, desde los cuales hoy me puedo ver en forma comoda, pero sabiendo que gracias a ellos viví experiencias que no por ser de papel se mueren en los pliegues.
(a propósito de tanto deambular en lo que siempre fue “real”)