martes, junio 28, 2005

Juerga

Valparaíso es un sitio que posee muchos vericuetos, entre rones y mojitos bien se pueden escribir muchas historias, claro esta que la gente en si se va personificando a medida que avanza la noche, aparece así el contador de historias, los encantadores de serpientes, y otros que simplemente ante el avance de la noche y del coqueteo con Baco toman la opción de espectador. Pero algo es evidente, la ciudad acoge y arrulla, pues hasta los adoquines mojados son un camino mullido si las ganas de diversión van en aumento.

Y en cada esquina deambulada me ha tocado mirar el brillo de la gente, por el ir y venir hoy día he comprendido que lo que busco es un mar calipso en donde navegar, ahí hasta el miedo más profundo se pierde, y las ganas de flotar son más, ni Caronte me hundirá en ese intento.

Un San Lunes no igual al resto....