viernes, agosto 31, 2007

Plato marino

Desencajado el mar,
le expone mil brisas
a cuanto porfiado se acerca
a la orilla, y en una de
esas, hoy por la
noche la cena será
alma húmeda con
salsa de angustia.

De hecho ayer, los
cetáceos se sirvieron
Una odalisca bañada
en dudas literarias,
que le cantaba al
Océano sus pena
y alegrías, pero
es bien sabido que
la corriente no perdona.

Esta bien, hoy la mesa
la podré yo, y el plato
fuerte espero que sea
con harto orgullo y
piel blanca.